Tú solías venir con todas esas flores de colores y me dedicabas un par de sonrisas mientras me las dabas y yo te devolvía otra algo forzada, es así. Puede que tú fueras el pájaro que mas alto volaba y yo el triste perro atado a un poste sin libertad alguna. Puede que tu fueras las estrellas que más brillaban en la pradera y yo el cielo contaminado de Madrid. Quizá yo no era la otra mitad que andabas buscando y te juro que intenté que todas nuestras piezas encajaran, te lo juro. Pero todas las noches pensaba qué sería de nosotros si uno de los dos ya no estuviera allí. Y también te juro que mi postura no cambiaba. Yo seguía siendo la que se moría de aburrimiento y la que aburría. La que le tenía alergia a todas esas preciosas flores. La que nunca volaba, porque temía la caída. La que no sabía cómo demonios brillar en aquel oscuro cielo. La que no podía seguirte mucho más. Y no querí...
Entradas
Mostrando entradas de septiembre, 2017