Se me hace imposible verte todos, todos los interminables días y tragarme las palabras. Es imposible hablar contigo y no desear que tú sientas lo que siento yo o simplemente, una pequeña parte. Es que ya no puedo mirar esos ojos color café tan indescriptiblemente mágicos y no decirte lo que siento de una vez. No puedo más. No puedo. Voy a explotar; aunque sé que luego me voy a arrepentir.
Aún recuerdo cuando no significabas nada para mi. Cuando no era consciente de tu existencia. Pero ahora tu eres la razón por la que tengo estas horribles ojeras bajo mis ojos, por la simple justificación de estar hasta las cuatro de la mañana pensando en ti. Es extraño cómo una persona puede significar nada para ti pero en unas pocas horas, días, semanas o meses puede convertirse en tu mundo, en tu sol, en tu universo, incluso aunque esa persona al final acabe hundiendo tu corazón en un mar de arrepentimiento dejando un huracán de memorias agridulces tras de sí.
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