Hola, persona.
Te he elegido a ti. Sí, sí, a ti. De forma aleatoria. Pero no te elegido a ti para que me ignores, eso tenlo claro.
¿Recuerdas esa persona que, de repente, es especial para ti de un día para otro?
Si, ¿lo sientes?
¿Sientes mariposas en el estómago cada vez que la ves?
¿Sientes que te sale una sonrisilla tonta cada vez que la hablas?
¿Sientes que no puedes estar cerca suyo ni un momento, que necesitas tenerla siempre a tu lado?
Bien. Mi trabajo aquí está terminado.
Te voy a hacer perder la cabeza, la razón y que te pierdas hasta a ti mismo.
Voy a ser tu adicción y vas a necesitarme tanto como el oxígeno que respiras.
Eso, sí, a cambio, te haré la persona más feliz de este mundo.
Ah, por cierto, no me presenté:
Me llaman amor.
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