18/08

Érase una vez,
dos tontos que creía saber lo que era el amor.
Que decían que se amaban pero en verdad
esa palabra les quedaba demasiado grande en la boca.
Una pareja de idiotas que se lo pasaban bien juntos,
se reían y abrazaban,
pero cuando llegaba la hora de la verdad
ninguno de los dos estaba allí para secar las lágrimas del otro.
Dos piezas de un puzzle que querían que encajara,
y juro que lo intentaron,
lo intentaron con todas sus fuerzas.
Pero llegó un momento
en el que se dieron por vencidos.
Y es que el amor se acaba, queramos o no.
Y tras de sí sólo deja un corazón roto
(o dos, quién sabe);
canciones que nunca serán escuchadas
de la misma manera
y un rastro de amargos recuerdos
que llamarán a tu puerta cada noche.

***

Hoy hace un año de todo esto;
un año que podríamos haber cumplido juntos
pero debido al destino
(que es endemoniadamente caprichoso)
no pudo ser.
¿Que si te echo de menos?
Puede ser.
Pero te aseguro que cada vez menos.
Y no puedo esperar a tenerte completamente
fuera de mi cabeza.
Porque sí, te agradezco todo lo que diste por mi,
pero también te odio por todo aquello que prometiste
y no supiste cumplir.

Imagen de girl and black and white

Comentarios

Entradas populares de este blog